jueves, 1 de julio de 2010

Lo que pasó en el Foro de Moda Etica


El 10 de junio pasado participé de un Foro de Moda Etica convocado por Animaná Empresa Social en el Centro Metropolitano de Diseño que gestiona el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Moderado por representantes de esa empresa y Red Puentes, contó con una exposición de Dominique Peclers, diseñadora francesa. No la conocía, pero aparentemente se trata de una “convertida” del mundo de la moda, que creó su atelier en los 70 y ahora preside una ONG llamada Estilistas sin Fronteras. Recalcó que la gran oportunidad de nuestro país radica en que tenemos las fibras crudas y al mismo tiempo la capacidad de transformarlas y darles valor en nuestro propio territorio de manera transparente (esto último no es siempre así, agrego yo, y aquí está la oportunidad del comercio justo en la industria textil. Creo firmemente que no hay posibilidad de moda ética sin comercio justo).

No me gustó particularmente uno de los ejemplos que se usó: el de la modista argentina Eva Zingoni, radicada en Europa, que compra descartes de grandes modistos para rediseñar ropa y venderla a “precios más accesibles” y con el objetivo de que “las mujeres comunes puedan acceder a la alta moda”. Las modelos que lucían su ropa, además, seguían el patrón anoréxico que tan mal deja parada a la moda hoy.

Me gustó la autocrítica que Luis Dambra, director académico de Gestión de Moda y Diseño del IAE, exige para la moda, exponente del consumismo exacerbado. También me gustó la exposición de Harold Picchi de Cadena Textil Solidaria, mostrando las dificultades comerciales reales que tienen para crecer hoy, como el cuello de botella que representa la hilandería. Contó además que de manera novedosa están trabajando con el sello Transfair USA intentando certificar una parte del proceso fabril de su cadena de algodón agroecológico y de comercio justo, que, recordó, es el único con estas características en Argentina.

Un señor que no se presentó, pero que aparentemente integra o integró Campomar, recordó el fracaso de la marca Woolmark que actualmente posee pero no usa Australia y habló del proceso de la lana en Argentina.

Me causó alguna duda que Franz Beltrán, de la marca boliviana Mestizo (jeans con apliques de tejido andino tradicional artesanal) no conociera a los referentes de comercio justo de su país, ni tampoco que la flamante ministra de economía social del gabinete de Evo Morales provenga de uno de los referentes de comercio justo en su país, ASARBOLESEM.

Me gustó la exposición de Adrián Choren, del INTI, contando el Programa Compromiso Social Compartido, que entre otras cosas logró que muchos talleres que trabajaban con empleados en negro hoy lo hagan en blanco. Tratando de dar en el corazón del problema de los talleres clandestinos y esclavos de la industria textil, lo hicieron desde su rol técnico, sin facultad para denunciar pero con la intención de construir auditando y trabajando con los talleres. También hizo referencia a la necesidad de promover, como se hace en Brasil con el PET, el uso de porcentajes fibras recicladas mediante incentivos impositivos.

Mirá el programa completo de este evento acá.

Si sos una empresa textil y querés ingresar al programa Compromiso Social Compartido, ingresá acá o acá para ver el folleto explicativo.

El contacto en el CMD es Vicky Salias: vickysalias@gmail.com

1 comentario:

beto dijo...

Muy bueno el blog, muy interesante. No tenia mucha información sobre estos movimientos del comercio justo.
Saludos