Muy de a poco se contagia la idea de disminuir el uso de las contaminantes bolsas plásticas en Argentina. Hasta ahora, las opciones parecen ser: exigir las bolsas oxibiodegradables, usar una bolsa reutilizable como hacían antes las amas de casa o usar las de papel reciclado.
En Argentina no se venden prácticamente bolsas de papel reciclado al por mayor (si conocen algún proveedor local, escriban), así que muchos eligieron crear una bolsa de material reutilizable para promover el consumo responsable de embalajes comerciales. Es el caso del restaurante BIO, que en junio lanzó su campaña con el lema “Usá tu propia bolsa cuando vas de compras” y distribuyó bolsas hechas por La Cooperativa La Juanita.
Algo parecido hizo la casa de ropa Desiderata, que acaba de lanzar su propia ecobolsa de gabardina pensada para ser reutilizada y evitar el uso excesivo de bolsas de cartón. Las clientas pueden comprarlas en todos los locales por un valor de 15 pesos, y cada vez que sea utilizada en una nueva compra, la marca reconocerá el aporte otorgando el cinco por ciento de descuento en el valor de la factura.
“No uso bolsas plásticas” es otra de las campañas locales, lanzada por la consultora “El viaje de Odisea” para generar conciencia, sin fines de lucro ni auspicios. Venden una bolsa de algodón confeccionada por la cooperativa La Alameda y estampada con tintas no tóxicas (mirá dónde comprarlas). Lo interesante de esta campaña es que en su sitio web tiene muchísima información sobre el tema en el país y el resto del mundo.
El hipermercado Wal-mart entrega desde mayo pasado en todas sus sucursales bolsas oxibiodegradables, que se destruyen más rápido que las tradicionales. Es una experiencia que han implementado otras cadenas minoristas en Inglaterra, Chile, Colombia, Brasil o Perú.
Estas bolsas han generado algunas dudas. Como la que expone en una nota aparecida en El Mercurio, de Chile, donde Patricio Jorquera, del Instituto de Investigaciones y Ensayos de Materiales de la Universidad de Chile, afirma que en verdad "el nivel de investigación actual no permite establecer si el ciclo de vida de estos polímeros es más amistoso con el medio ambiente". Además, argumenta, "la fabricación de estas bolsas utiliza la tecnología de las tradicionales, por lo que hacerlas contamina lo mismo (la elaboración de plástico genera gases, calor y otros residuos, más un consumo energético considerable).”
Estoy a la búsqueda de algún estudio que demuestre que estas bolsas son efectivamente más rápidas en el proceso de biodegradación, así que se aceptan aportes.
En Argentina no se venden prácticamente bolsas de papel reciclado al por mayor (si conocen algún proveedor local, escriban), así que muchos eligieron crear una bolsa de material reutilizable para promover el consumo responsable de embalajes comerciales. Es el caso del restaurante BIO, que en junio lanzó su campaña con el lema “Usá tu propia bolsa cuando vas de compras” y distribuyó bolsas hechas por La Cooperativa La Juanita.
Algo parecido hizo la casa de ropa Desiderata, que acaba de lanzar su propia ecobolsa de gabardina pensada para ser reutilizada y evitar el uso excesivo de bolsas de cartón. Las clientas pueden comprarlas en todos los locales por un valor de 15 pesos, y cada vez que sea utilizada en una nueva compra, la marca reconocerá el aporte otorgando el cinco por ciento de descuento en el valor de la factura.
“No uso bolsas plásticas” es otra de las campañas locales, lanzada por la consultora “El viaje de Odisea” para generar conciencia, sin fines de lucro ni auspicios. Venden una bolsa de algodón confeccionada por la cooperativa La Alameda y estampada con tintas no tóxicas (mirá dónde comprarlas). Lo interesante de esta campaña es que en su sitio web tiene muchísima información sobre el tema en el país y el resto del mundo.
El hipermercado Wal-mart entrega desde mayo pasado en todas sus sucursales bolsas oxibiodegradables, que se destruyen más rápido que las tradicionales. Es una experiencia que han implementado otras cadenas minoristas en Inglaterra, Chile, Colombia, Brasil o Perú.
Estas bolsas han generado algunas dudas. Como la que expone en una nota aparecida en El Mercurio, de Chile, donde Patricio Jorquera, del Instituto de Investigaciones y Ensayos de Materiales de la Universidad de Chile, afirma que en verdad "el nivel de investigación actual no permite establecer si el ciclo de vida de estos polímeros es más amistoso con el medio ambiente". Además, argumenta, "la fabricación de estas bolsas utiliza la tecnología de las tradicionales, por lo que hacerlas contamina lo mismo (la elaboración de plástico genera gases, calor y otros residuos, más un consumo energético considerable).”
Estoy a la búsqueda de algún estudio que demuestre que estas bolsas son efectivamente más rápidas en el proceso de biodegradación, así que se aceptan aportes.
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